empañaba abstracciones que antes disponia de pensar, simulaba, oscurecia, y de alguna manera u otra se encontraba en su mismo subterraneo, la cabidad de tal deslumbraba hasta a sus recuerdos mismos, no se pensaba. Desde una vereda observo detenidamente una baldosa, observo que era diferente, no brillaba como sus parejas de porcelanas, se encontraba de escasa nitidez, al subir las escaleras hacia su septimo piso contrajo de un baul fotos, minuciosos objetos acompañantes de una felicidad de recuerdos poco realista, de un sentir espacial que formaban parte de un decorado sencillo de capsulas revitalizados de sonrisas, al paso de abrir su puerta de risas, observo que ya no todo era nitido, corrio en busca de luz, corrio y corrio, nada lo ayudaba, la alimentacion de sus tiempos se disminuia, sus recuerdos se borraban y caia en un estanque de realidad con restos de los desechos que el habia fertilizado, grito una y cien veces no, se arrodillo, en un jardin de naranjos de media estacion y verdes olvidados, razono, ya nada era parte de su improvisacion, su fruto de dias pasados y cristales inexistentes no tenia futuro, el vivir de sus recuerdos lo alejaban de la nitidez de la realidad, una y otra vez lloró, gritó, gritó y lloró, pero de sus recuerdos se olvido, solo, distante, sin su baul, pero con la realidad.