viernes, 15 de enero de 2010

Lunas de sol, en una esfera casi perfecta, y sus ojos vidrios, al anochecer titilaba la nevada espacial que recorría un espacio corporal, un rostro enceguecido por blancas túnicas se trasladaba a un pupitre de blanco amo, su sitio no se encontraba solitario, iba rumbo a un altar, mi visión desde este blanco banco de madera dura es sinónimo de perfección, la visibilidad arruga mis ideas, me envuelve en un circulo negro de odio, un terraplén inconciente devora sitios de mi interior y mata sin piedad los centímetros de adhesión que eran de su propiedad, la dicotomía se encontraría distorsionada con actos de mi presencia, la irregularidad era sinónimo de mi vida misma, idéntica a tantas otras, un lente metafórico se enriquece de dulces, y niñas rubias juegan y miran sonrientes, mi mente mantenía mi lógica ilógica, pestañas quemadas de ideas sobrevolaban ritmos cardiacos, claridad, por un segundo claridad, lo blanco era rojo, una madre llora y un doctor recorre, no puedo verme, no hay maquillaje para que pueda verme, no hay maquillaje para quien no esta, un blanco vestido la viste , mi blanca visión ya es mi vida, ya no hay vista para quien no esta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario